domingo, 14 de septiembre de 2008

Agua, sol, sereno y conciencia

A propósito de agua...

Me gusta ser receptor de las conversaciones efímeras (aunque no me interesen), que nacen en cualquier situación, sobre todo las de camino a casa o al trabajo.

Estos dias ha llovido mucho y es notoria la desinformación de mucha gente, conjugada con una analfabetización cultural y educativa de nuestro pueblo sobre las situaciones meteorológicas que se presentan.

Cautiva y me llama la atención que a veces no nos preocupamos por lo nuestro, que no sepamos con certeza las cosas que nos rodean, porque sean más importantes la "loteria" o la "loto", el juego de pelota, "la lucha", las novelas o el coro social del colmadón.

Tenemos un problema y es que queremos que las autoridades nos pregunten si tenemos hambre, de tenerla nos den el biberon con la leche, nos saquen los gases, y luego lo que siga...

Debemos saver que tomos vivimos en este país y no estamos aquí por casualidad, que hay que luchar por y para uno mismo, no debemos dejar que la vaguedad y el comodismo destruyan la iniciativa. Por ejemplo cuantas veces ha oido ud sobre esas personas que viven a orillas de los rios, sabiendo ellos el peligro que corren y aún así son suicidad de su propia vida y familia, sólo porque está esperando que el gobierno les regale una casa que luego será alquilada o vendida por ellos a un tercero y así conseguir dinero para alimentar las vanidadades de electrodomésticos caros y lujosos, tenis "jordan", la "beba diaria" y mujeres dadoras de placer.

Todo para vivir un estado no correspondido socialmente, dentro de una apariencia humilde a drede para aparentar pobreza destilando riquezas que no poseo y sacándole lagrimas a los demás con mis "problemas sociales y económicos" demostrando una falta de educación social, cultura y moral en un presente que avisa el futuro y se convierte en inteligencia maliciosa.

Somos pobres pero también inteligentes para lo que nos dá la gana; el conseguir las cosas más difíciles y diferentes que una persona adinerada no nos motiva, pero debe hacernos pensar en mejorar, nos debe crear valores con inteligencia verídica para ser mejores personas y destacarnos. Es más y mejor visto el logro de aquel pobre luchador que el de un rico facilista, por poco y humilde que sea, pues en él existen sacrificios, penas, orgullo, lucha, batallas perdidas e intentos fallidos que te hacen rey midas y relatas esa experiencia con oro, santifican ese tiempo y lo convierten en una verdadera historia épica.

Por ello deberíamos ser más conscientes y luchar nosotros por nosotros, salir a buscar ese bienestar que quiero disfrutar o eso que quiero conseguir, utilicemos todo ese mecanismo que nos regaló Dios junto a esos dones que tenemos. Porque siento ser tan realista, pero la fé no mueve las montañas, la fé trae al viento para que éste a su vez mueva nuestros pies y nuestras manos para así caminar y llegar a la montaña. Si crees que no es así simplemente haz nada.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Normalidades

Hoy al levantarme me doy cuenta de cosas que la gente ve y conoce todos los días, pero no dice nada. Cosas que ya forman parte del sistema digestivo del dominicano, peculiaridades intrínsecas de la sangre quisqueyana (que no ha cambiado de color desde que vino Colón y su gente, pero si, ahora es más aguada que antes).

Cosas que todos ven pero nadie nota, cosas que son visibles desde afuera pero por dentro todos callamos.

Cosas que son normales dada su regularidad y consecuencia.

Es normal bañarte con la cubeta de agua, que buscaste la noche anterior donde el vecino para resolver porque en tu casa no hay forma de conseguirla.

Es normal perderte el juego de pelota o la telenovela de las 10 porque los bombillos no alumbran, ni tienen el combustible iluminado llamado electricidad, y más dormir con tu sauna casero alimentado de una terapia de mosquitos y pesadillas que acompañan y hacen "amena" tu noche.

Es normal la bachata del carro público, el folclore del chofer con sus chistes plebes, la discusion de la guagua o la tertulia en la parada. Oir quejas acompañadas de consejos de algunos que nisiquiera han pasado cerca del palacio, pero sin embargo son ilustres catedráticos de gobernabilidad y política (te aconsejo que mientras más de acuerdo con ellos estés mejor ).

Es normal el aguacero templado, los perros rrialengos de la calle, los vendedores indulgentes, los insultos del tránsito, el charco que te invita a beber justo cuando el carro pasa como la "jon del diablo" por encima de él, y tu que andas sin copa y hielo "sombrilla o capa" recibes ese trago que hace recordarte de que necesitas algo importante que vaya contigo y tenga ruedas.

Es normal la sorpresa de ese día que todo debió salir bien y estabas preparado, pero alguien no pensó igual que tu y pagas por él.

Es normal que cuando más necesites algo, menos lo necesites.

Es normal que un conocido y famoso "amigo tuyo" se robe todos los derechos incluso tu anonimato.

Es normal que cansado de escribir me dé cuenta que debería seguir trabajando para conseguir dinero, resolver problemas y continuar más tarde ya que mi tiempo es prestado y quizás no entiendan lo que digo o no les interese y sea un disparate más, como muchos que dia a dia nacen, crecen, se reproducen y se convierten en "normalidades" de los que todos sufren pero nadie quiere curarse.